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| "[…] La abuelita vivía en el bosque, como a un kilómetro de su casa. Y no más había entrado Caperucita Roja en el bosque, siempre dentro del sendero, cuando se encontró con un lobo. Caperucita Roja no sabía que esa criatura pudiera hacer algún daño, y no tuvo ningún temor hacia él. "Buenos días, Caperucita Roja," dijo el lobo. "Buenos días, amable lobo." - "¿Adonde vas tan temprano, Caperucita Roja?" - "A casa de mi abuelita." - "¿Y qué llevas en esa canasta?" - "Pastel y vino. Ayer fue día de hornear, así que mi pobre abuelita enferma va a tener algo bueno para fortalecerse." - "¿Y adonde vive tu abuelita, Caperucita Roja?" - "Como a medio kilómetro más adentro en el bosque. Su casa está bajo tres grandes robles, al lado de unos avellanos. Seguramente ya los habrás visto," contestó inocentemente Caperucita Roja. El lobo se dijo en silencio a sí mismo: "¡Qué criatura tan tierna! qué buen bocadito - y será más sabroso que esa viejita. Así que debo actuar con delicadeza para obtener a ambas fácilmente." Entonces acompañó a Caperucita Roja un pequeño tramo del camino y luego le dijo: "Mira Caperucita Roja, que lindas flores se ven por allá, ¿por qué no vas y recoges algunas? Y yo creo también que no te has dado cuenta de lo dulce que cantan los pajaritos. Es que vas tan apurada en el camino como si fueras para la escuela, mientras que todo el bosque está lleno de maravillas. […]" |
Se trata de un retrato en color, en formato rectangular. Posee orientación horizontal porque permite una mejor descripción del entorno, es lo más parecido posible al formato cinematográfico, utilizado para narrar historias. El momento de la toma se corresponde con el del ocaso debido a su carácter escaso de luz, lo que permite sostener una atmósfera de intriga, inseguridad, incertidumbre, en definitiva, de las sensaciones originadas en la narración de este pasaje del cuento.
El lugar elegido es próximo al pueblo de El Viso de San Juan. En este espacio cada uno de estos árboles adquiere su propia presencia y, al situarse sobre un montículo, se visualizan partiendo desde el suelo. Estos olivos constituyen un elemento repetitivo, al tener un aspecto formal similar, y se encuentran organizados en un esquema de planta algo irregular y caótico, con lo que aportan ritmo al tiempo que homogeneizan y unifican la escena. La distribución hacia la parte derecha, en fila oblicua hacia a la cámara añade profundidad a la imagen. Ésta se ve enfatizada por la escasa profundidad de campo utilizada. A nivel metafórico, los árboles están relacionados con las dificultades que la protagonista encuentra en el camino.
La línea del horizonte se sitúa algo por encima del punto medio de la imagen, dotando de cierta tensión y prestando mayor atención al suelo (metafóricamente, al mundo terrenal, donde los protagonistas permanecen alerta en un momento de tal incertidumbre). En la parte central y en primer término se encuentra el árbol que da cobijo, cuyas ramas abarcan la anchura del encuadre, unificándolo y enmarcándolo en la parte superior (metafóricamente representa la idea de Dios, es decir, de algo o alguien que ampara en todo momento).
Los protagonistas aparecen de manera íntegra, lo cual permite denominar la fotografía como plano general. Se sitúan el el tercio inferior izquierdo, uno de los puntos de atención fuertes de la imagen, pesando sobre los protagonistas bastante aire, lo cual enfatiza su grado de preocupación. Su mirada se dirige hacia algún punto lejano que no vemos, transmitiendo sensación de intriga, inquietud (queremos saber qué es lo que miran) y hacia la parte derecha, por tanto, existe mayor cantidad de espacio libre o "aire" en esa dirección. El lenguaje no verbal expresa retraimiento e inseguridad, parece ante aquello que los protagonistas están contemplando, por
Las exigencias narrativas obligan a trabajar con escasa intensidad lumínica, para lo cual se opta por una iluminación natural. Esto limita las combinaciones posibles entre los parámetros de regulación de la entrada de luz de la cámara.
Se opta por utilizar un valor de sensibilidad ISO alto, lo cual mejora la captación de luz, aunque, por contrapartida dota de cierto grado de ruido, latente en las zonas más oscuras de la imagen.
La apertura de diafragma es bastante elevada, ofreciendo mayor luminosidad al sensor y reduciendo la profundidad de campo. Una reducida distancia de enfoque ayuda a centrar la atención sobre aquello que se encuentra enfocado, por tanto, en este caso, la persona retratada junto al árbol adquiere mayor importancia que el resto de la escena.
Otro factor que regula la cantidad de luz captada por el sensor es la velocidad del obturador. La condición lumínica es escasa y prácticamente obliga a hacer uso de velocidad muy lenta. Esto conlleva la necesidad de uso del trípode, para evitar cualquier movimiento en la cámara, al tiempo que exige al sujeto permanecer lo más estático posible, pues el mínimo desplazamiento hará que se vea borroso. Se aprecia movimiento en la cola del perro, siendo un elemento secundario y cuya nitidez es de escasa relevancia. Éste actúa dotando de dinamismo a la escena y subrayando el estatismo del resto de los elementos. Alargar el tiempo de exposición ayuda a ver la imagen desde otro punto de vista, desde el narrativo, y a apreciarla como un fragmento del pasaje, que ha sido ilustrado captando una fracción más prolongada de los hechos.
La distancia focal elegida es la mínima que ofrece el objetivo zoom de la cámara, correspondiente con un gran angular. Se opta por esta focal porque es la que mayor apertura de campo capta, para poder describir el entorno y enmarcar así en el tiempo y el espacio al personaje y la acción. Esta elección permite la captación de mayor luminosidad por el sensor y el uso de una apertura de diafragma mayor.
La luz en este momento, además de ser de escasa intensidad, tiene una dominante rojiza, lo cual ayuda a crear calidez, un clima poético y dota de armonía cromática a la escena, actuando en consonancia con el tono más llamativo de la fotografía, el rojo.
El vestuario utilizado ha sido: botas de invierno, vestido de color gris oscuro, medias de color negro, camiseta de rayas negras y grises, bufanda negra y capa roja. Como elemento de atrezzo se utiliza una cesta de mimbre conteniendo unas naranjas, que es lo que lleva Caperucita a su abuela en el cuento.
